El modelo de restaurantes tradicional ha evolucionado enormemente en los últimos años. De espacios en los que se ofrecían dos servicios -comida y cena-, con la recepción del producto y elaboración de la oferta completa en la cocina del restaurante, hemos pasado a tantas combinaciones posibles que hablar de modelos vigentes hoy es dejarse alguno que emergió ayer.
Hoy quiero hablaros de un nuevo actor, los productos de quinta gama que se incorporan al mercado con fuerza para ser parte de un modelo basado en la ubicación, la restricción del espacio para la manipulación del producto y la operativa enfocada 100% a las ventas.
En las grandes ciudades, los locales de gran tamaño son objetivos de lo que yo denomino el mass-retail (el modelo Inditex como ejemplo) o las cadenas de restauración con suficiente músculo financiero para asumir los traspasos, alquileres y gastos estratosféricos de estos espacios.
Por otro lado, no todos los emprendedores en el sector provienen del mundo de la cocina, pero y conocen o preveen las dificultades de gestionar una instalación dependiente de un equipo de cocina.
La suma de estos dos factores hace que, una cada vez mayor parte de emprendedores opte por negocios en los que casi el 100% del espacio se destine a la venta (mostrador, sala y/o terraza) y que la oferta gastronómica se componga a partir de los productos de dos o tres proveedores de quinta gama.
Este nuevo modelo es una oportunidad para aquellos profesionales del sector que prefieren dedicar su carrera a la cocina y no al trabajo de sala. Y permite también el desarrollo de negocios en los que la compra y manipulación de los productos de la carta se externaliza para ocuparse al 100% de la atención del cliente.
Veremos, en los próximos años como evoluciona este formato que puede ser un estupendo win win entre profesionales.
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(Foto www.hirdena.com)
