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Tiendas de diseño y gastronomía

Si juntamos una sala de exposiciones y una tienda de muebles y objetística tenemos un concept store. Y si le añadimos comida y bebida…¿que obtenemos?. Un gastrospot.

En Barcelona, Jaime Beristain es la referencia, en London, la 19 Greek Street en pleno Soho es el último imán del colectivo más trendy con presupuesto y en Ibiza nadie se resiste a los estrafalarios y divertidos encantos de SLUIZ, en Santa Gertrudis.

El perfil del amante del diseño, el del foodie y el de quien tiene cartera para pagarse muebles de firma, arte de galería y gastro cenas, converge muchas veces en la misma persona.

Indiscutiblemente urbanita, el señor o la señora enamorado de los catálogos elitistas, el joven cazador de tendencias y las legiones de bloggers de todas las categorías del lifestyle y “savoir faire & savoir vivre” están saltando de alegría con la apertura de tiendas en las que pueden ver y tocar piezas extraordinarias y además pueden oler y beber cafés sofisticados, tés del mundo y comer pastelitos de cuento.

Bautizados como “gastrospots”, son la avanzadilla de la reinvención del retail de lujo. Un sector que con una inteligente asociación con la #gastrotontería (perdón, quise decir la gastronomía actual de jardines emplatados en vajillas sofisticadas), puede encontrar un buen nicho de mercado.

Atención cocineros, personal de sala y otra fauna de la restauración… la oportunidad está servida en bandeja. En bandeja de diseño, por supuesto.

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