Escenario 2022: el reto del turismo para construir sociedades más felices

Un turismo mejor es un mundo mejor.

Eva Ballarin

En la actualidad, las perspectivas del futuro del mercado turístico están tremendamente sesgadas por el duro golpe que ha supuesto el Covid. Pero una vez restablecidos los niveles de flujos turísticos anteriores a la pandemia, la industria seguirá siendo motor de muchas economías.

Y es que hasta el momento anterior a la pandemia, el número de personas que viajaba para disfrutar de sus vacaciones, por trabajo o negocios… no ha dejado de crecer en décadas, llegando en el 2019, como sabéis, a récords históricos en muchos países.

A lo largo de los últimos 60 años, el turismo ha experimentado una continua expansión y diversificación a escala mundial, convirtiéndose en uno de los sectores económicos de mayor envergadura y crecimiento. Y las perspectivas, en Marzo del 2019 eran que este crecimiento continuase.

Una inercia imparable que se irá retomando, con mayor o menor velocidad, y en esta “vuelta a la normalidad viajera”, estrenaremos una nueva era en la industria. Porque el turismo, si es que todavía queremos seguir llamándole así… ya es mucho más amplio.

No solo nos desplazamos fuera de nuestro entorno natural únicamente “por ocio o trabajo”, sino que una nueva movilidad mundial nos lleva a una diversificación de viajes y estancias en geografías y frecuencias nuevas, con diferente motivaciones y objetivos.

Este parón, este break temporal y obligado que hemos vivido es un momento histórico para abordar una reflexión sobre el modelo competitivo del (nuevo) sector turístico y su rol en la economía y la sociedad.

Un momento en el que tenemos la oportunidad de integrar factores de competitividad más actuales que prioricen:

• Impulsar la recuperación del sector, con mejores prácticas y calidad.
• Promover un modelo turístico innovador.
• Apostar por empresas turísticas intensivas en conocimiento, innovación y nuevas tecnologías.
• Estimular maneras más ágiles, transparentes y colaborativas entre el sector privado, el sector público y las comunidades anfitrionas.

Es cierto que cambiarán algunos hábitos de compra y consumo y se volverán a repartir las fichas en el tablero de juego. Y esto impulsará un reposicionamiento de activos y destinos, una actualización de las reglas de la distribución, y toda una nueva generación de productos turísticos.

Pero es indiscutible que después de este parón temporal, los factores positivos que favorecen el crecimiento seguirán ahí:

• El aumento de la demanda internacional y nacional, gracias a la democratización del turismo de las últimas décadas por una mayor conectividad y mayor inversión en ocio de muchas personas.
• La diversificación de mercados con la incorporación de emergentes como los asiáticos (China es un emisor en la mira de todos los países porque antes de la pandemia se habían realizado 155 millones de viajes internacionales) y la aparición de nuevos segmentos de demanda altamente experienciales.
• El potencial de nuevos productos turísticos y el desarrollo del entorno digital para su promoción y consumo.

Nadie duda de que la importancia del sector como vector de desarrollo sostenible, convierte al turismo en una actividad estratégica.

Un panorama optimista no exento de retos que afrontar y que condicionan el futuro como son:

• La obsolescencia de algunos destinos pioneros, totalmente caducos.
• La competencia de los destinos competidores y el reposicionamiento de nuevos destinos que responden a las nuevas tendencias.
• Las nuevas plataformas (economía colaborativa), que han impactado en los modelos turísticos tradicionales de muchos destinos.
• La presión de la demanda sobre infraestructuras y recursos naturales, es decir, el equilibrio entre lo deseado y lo conveniente según los recursos disponibles. En este caso, un factor a tener en cuenta el impacto del cambio climático sobre los recursos hídricos, los destinos de costa y la climatología.
• Los cambios geopolíticos (como el Brexit en el caso de España).
• La brecha digital, que excluye a muchas pequeñas y medianas empresas sea porque no tienen visibilidad en el espacio digital, o porque no son capaces de satisfacer las demandas del nuevo cliente conectado.
• La preparación y formación continua de las personas que han de atender el sector turístico.
• Y finalmente, la posible precarización de las condiciones laborales en el sector, que pueden afectar, especialmente, a las mujeres.

Conocer para evolucionar: Radiografía de los destinos turísticos

Dos modelos tradicionales en zona de peligro

Destinos de sol y playa: el turismo tradicional

Se estima que alrededor del 80% del turismo vacacional mundial correspondía a esta categoría en tiempos pre-pandémicos.

El de sol y playa es un producto turístico que ha funcionado, funciona y debería seguir un extraordinario comportamiento, pero que debe revisarse para hacerlo más eficiente ante la posibilidad de perder márgenes de rentabilidad.

La ferocidad de la competencia que han alcanzado muchos destinos pioneros – que se enfrentaban ya antes de la pandemia a una competencia creciente de nuevos destinos amenazando fuertemente su cuota de mercado – se acrecentará.

Modelo turístico de sol y playa: retos a los que se enfrenta

• Contrarrestar la dependencia de determinados mercados emisores, que obliga a desarrollar planes para la captación en otros mercados, con resultados positivos.
• Minimizar la alta estacionalidad en el consumo de la oferta de este tipo de turismo.
• Elevar el gasto medio: el gasto del turista de sol y playa es tradicionalmente inferior, en términos relativos, al asociado a otros modelos. Además, la proliferación del modelo todo incluido y la dependencia de la comercialización externa contribuyen a ese gasto medio más bajo.
• Encontrar nuevas ventajas competitivas: los pocos atributos diferenciadores frente a componentes como el sol o el mar, que son muy parecidos, dificultan la puesta en valor de unos destinos frente otros, lo que incide en un mayor peso del factor precio en el marketing mix de los servicios y productos.

Destinos urbanos o catálogo del speed tourism

Uno de los modelos más populares, gracias a sus potentes hubs con conectividad a cualquier parte del mundo, amplia infraestructura hotelera (adaptada a todas las necesidades) y una gran oferta actividades de ocio, es el turismo de destinos urbanos y escapadas breves.

Tomando como ejemplo el que tenemos más cerca, en España – y según datos del INE – del total de 1.800.000 plazas hoteleras repartidas por el país, 330.000 se encuentran en ciudades, un número que se ha mantenido estable en los últimos años frente al crecimiento del 50% anual experimentado por la oferta de viviendas turísticas. En algunas de las principales ciudades destino del mundo, el número de plazas en viviendas de uso turístico puede superar al de plazas hoteleras.

La consecuencia es clara: ciudades como Venecia, Amsterdam, Praga, Palma, Barcelona, Lisboa o Dubrovnik hace tiempo que sobrepasaron su capacidad de carga turística y sufren un proceso de deterioro medioambiental que no solo afecta a la calidad de vida de la comunidad anfitriona, sino que pone en riesgo la propia sostenibilidad del modelo.

Modelo turístico urbano: retos a los que se enfrenta

• Gestionar la altísima carga turística y sus consecuencias en muchas ciudades-destino.
• Gestionar el fenómeno de la turismofobia, una actitud en la comunidad anfitriona que se genera cuando se rompe el equilibrio (capacidad de carga) porque visitantes y locales comparten recursos limitados y el mismo espacio público.
• Convivir con la competencia de las ciudades secundarias, que serán más atractivas para los visitantes.
• Solucionar la saturación del espacio ciudadano de algunos destinos con el aumento de formas de alojamiento.

Destinos, fortalezas y posicionamiento

La experiencia de décadas y el obligado tiempo de parón y reflexión que nos ha “regalado” el Covid nos lleva a entender que los destinos que saldrán más fuertes y mejor posicionados son aquellos que cuenten con:

Una correcta gestión de los diversos recursos

Recursos tangibles turísticos, naturales y de patrimonio histórico y cultural, que les permitan una diferenciación sobre el resto; y del recurso intangible del capital social y humano, que son los recursos en usufructo que usa el turismo para su actividad y en los que debería invertir en su preservación y su calidad.

La actividad turística tiene una incidencia tremenda en muchos países en su PIB y sin embargo muchos de ellos no son conscientes de la relevancia que tiene una gestión correcta sus recursos y atractivos para que el turismo pueda seguir aportando a la economía nacional.

En el caso de España, líder en el número de playas con bandera azul, segundo país del mundo en patrimonio histórico cultural declarado protegido por la UNESCO (Patrimonio de la humanidad); líder europeo en espacios naturales protegidos adheridos a la Carta Europea de Turismo Sostenible; y líder en Reservas de la Biosfera.

Infraestructuras adaptadas al uso turístico

Infraestructuras críticas como aeropuertos, carreteras, trenes y puertos adaptadas al uso turístico reconocidas por su calidad, además la garantía de seguridad en todo el territorio y servicios públicos de calidad, especialmente la atención sanitaria.

Lifestyle auténtico

Un lifestyle auténtico del destino, atractivo para el visitante. Un estilo de vida apropiado para la experiencia del visitante, con una ámplia oferta de entretenimiento y ocio no solo destinado al consumo turístico, sino autóctono que permita al visitante una inmersión real y verdadera en la comunidad anfitriona.

Altos niveles de calidad de la oferta

Sí, los destinos que saldrán más fuertes y mejor posicionados son aquellos que cuenten con equipos profesionales y un liderazgo claro en la visión de las organizaciones turísticas a la hora de entender al visitante y sus necesidades y desarrollar productos y servicios alineados, que al mismo tiempo aporten valor a la comunidad anfitriona.

Sólidos ecosistemas público-privados preparados para ejercer sus responsabilidades

Este último punto nos lleva a una nueva e indispensable forma de co-crear valor en la industria que revierta en la sociedad. Fortalecer el ecosistema público-privado es ahora más que nunca absolutamente fundamental y prioritario. Es necesario construir con todos los actores públicos y privados un ecosistema basado en la colaboración y la creación de valor, capaz de impulsar el desarrollo y la implantación políticas turísticas.

Este co-liderazgo debe definir los marcos de actuación para garantizar el beneficio general, impulsar espacios de participación para la coproducción de las políticas turísticas junto con el sector privado y con los agentes sociales y comunitarios, sin perder de vista mecanismos de participación abierta y con cinco premisas, a mi parecer fundamentales:

• Responsabilidad en un marco ético -de acción individual y colectiva- que se comprometa a minimizar los impactos ambientales y sociales, a la vez que garantice que la actividad económica no se produzca en detrimento de derechos fundamentales de la comunidad anfitriona y visitante.
• Innovación con el impulso de nuevas formas de gestión y organización económica y social para generar valor compartido y un reparto equitativo de la riqueza generada por las actividades económicas.
• Cohesión a través del fortalecimiento de los vínculos con los agentes y la población del territorio para emprender proyectos colectivos que velen por el destino en su complejidad como espacio común, teniendo en cuenta la pluralidad de voces y necesidades.
• Sostenibilidad con políticas, programas, actividades económicas y relaciones entre agentes para garantizar el bienestar futuro del destino sin comprometer los recursos básicos del territorio.

Escenario(s) turísticos post Covid19

En este apartado te presento varios escenarios turísticos que nos deja el covid:

• Turismo pandémico: destinos posicionados por la pandemia.
• Turismo de salud y disfrute, con tendencia al crecimiento.
• Turismo de masas, que se encuentra en zona de peligro y reinvención.
• Turismo no turismo o el turismo de larga estancia, que representa una gran oportunidad de innovar en cómo servir a nuevas comunidades donde las fronteras del vivir y viajar se difuminan.

Turismo de destinos re-posicionados por la pandemia

Todos ellos cumplen con las condiciones que hoy, la mayoría de viajeros imponen: baja carga turística, viaje de corta/media duración, espacios abiertos. Muchos destinos han ganado visibilidad con este cambio de tendencia y tienen la oportunidad de mejorar su posicionamiento. Destacan cuatro modelos: de descubrimiento, de escapada rural, de naturaleza y blue tourism.

Destinos de descubrimiento

Se trata de destinos secundarios de proximidad, con alto valor en patrimonio cultural y baja carga turística. Existe una mayor sensibilización de los viajeros globales del impacto del turismo de masas, por este motivo los desplazamientos a destinos secundarios o lugares menos conocidos para tratar de reducir el exceso de turismo y proteger el medioambiente darán un gran salto.

Destinos con historia, arte (arquitectura, museos…) y un buena oferta gastronómica, para que la agenda del viajero se llena de visitas a museos, asistencia a festivales o degustaciones de la gastronomía local.

Este modelo brinda estupendos beneficios al sector al atraer viajeros en todas las épocas del año (desestacionalización) y promueve el desarrollo de la identidad local del destino.

Destinos de escapada rural

O la palanca de recuperación como tendencia. El también conocido como turismo comunitario, surgió como una alternativa al turismo más convencional, donde el turista viaja a pequeñas comunidades, por lo general rurales, con la finalidad de conocer su estilo de vida y cultura o, en algunos casos, desconectar de la ciudad y su ritmo.

Destinos de naturaleza

Un soplo de aire fresco. Existe una oferta variada de sub-modelos bastante diversificada y que gira en torno al contacto con la naturaleza y su preservación como son:

Agroturismo: es uno de los sectores de más rápido crecimiento en la industria del ecoturismo. No hay nada nuevo en esta forma de viaje, que implica quedarse en una granja u otra propiedad orientada a la agricultura con la oportunidad de visitar viñedos, granjas y otras plantas de producción y procesamiento de alimentos y tal vez incluso probar el estilo de vida cotidiano de las personas que cuidan los cultivos o el ganado con un alto componente experiencial.

La Toscana fue una de las primeras regiones en convertirse en un popular destino de turismo agrícola, gracias a su atmósfera agroturismos. Estas granjas, que se convirtieron en posadas y se posicionaron extraordinariamente bien porque ofrecían una experiencia auténtica y pintoresca de la campiña italiana, alejando el factor “turismo” de la ecuación.

Ecoturismo: un modelo en el que turismo y ciencias naturales van de la mano para crear experiencias muchas veces vinculadas al activismo ambiental destinadas a descubrir, estudiar o proteger recursos naturales, en espacios abiertos singulares y/o áreas preservadas como parques nacionales o reservas. Las actividades más habituales son:

• Talleres de Educación Ambiental.
• Observación de Fauna,Flora y/o Fósiles con posibilidad de participación en Programas de Rescate.
• Observación de Ecosistemas, Geológica o de Fósiles.
• Observación Sideral, para sorprenderse con el universo a cielo abierto con constelaciones de estrellas, planetas, estrellas fugaces, satélites como la luna.
• Observación de Fenómenos y Atractivos Especiales de la Naturaleza, que ofrecen el atractivo de visitar lugares donde se pueden predecir fenómenos naturales como erupciones volcánicas, mareas, migraciones, cascadas, auroras boreales, lluvias de estrellas, geysers
• Senderismo Interpretativo.

Turismo de aventura: con una interesante hibridación con el mundo de actividades y deportes al aire libre de mucha adrenalina como el alpinismo, el montañismo, el «puenting», la escalada, el rafting, el piragüismo, la navegación en kayak, el barranquismo, la bici de montaña, el senderismo, el buceo…

Destinos de Blue Tourism

O viajar navegando en una verdadera burbuja. La pandemia ha disparado la venta de embarcaciones de recreo. La privacidad que aportan, y que permite mantener las medidas sanitarias en una vacaciones “en burbuja”. En España durante este 2021 (hasta el mes de julio) se ha producido un número mayor de matriculaciones que durante el mismo periodo de 2019. En cuanto al tamaño de la embarcación, las menores (hasta ocho metros de eslora) son las más demandadas.

Turismo de salud y disfrute

Se trata de un modelo en crecimiento, que se divide en dos sub-modelos muy interesantes: turismo de salud o vacaciones médicas y turismo gastronómico como principal exponente del turismo de disfrute.

Destinos de Salud

O las vacaciones médicas. El inminente envejecimiento de la población mundial impactará en la industria turística en el año 2025, transformará la industria y como consecuencia de ello se verán favorecidos algunos segmentos particulares como el turismo médico, en el que turista se moviliza con la finalidad de realizar una consulta médica o someterse a una intervención quirúrgica a la que no tiene acceso en su lugar de origen.

En algunos casos, el mismo gobierno nacional es quien se encarga de promover y desarrollar el turismo sanitario, como es el caso de Turquía donde, gracias a diversas subvenciones y convenios, las cirugías de implante capilar tienen menor precio en comparación con otros países.

Destinos gastronómicos

O viajar a mesa y mantel puestos (con mucha distancia social). Los viajeros “gastrónomos” planean peregrinajes al mayor número de restaurantes posibles y experiencias culinarias ligadas los productos con rutas o festivales o hasta clases personales de cocina impartidas por cocineros locales.

La gastronomía profesional es un elemento estratégico: crea valor a toda la cadena, desde la producción de alimentos de calidad, su transformación, la hostelería o el turismo y, además, contribuye a promover e impulsar la marca-país.

Turismo de masas (o tradicional): reinventarse sí o sí

Se encuentra en zona de peligro y reinvención. Hay varios modelos turísticos que afrontan un gran reto de transformación. Son modelos caducos – muchos de ellos destinos pioneros-, o modelos que tienden a las aglomeraciones, o que no proporcionan exclusividad ni diferenciación sobre otros.

Destinos urbanos

El turismo urbano, escapadas de corta duración, es uno de los modelos más populares gracias a sus potentes hubs con conectividad a cualquier parte del mundo, amplia infraestructura hotelera (adaptada a todas las necesidades) y una gran oferta actividades de ocio. Las principales ciudades destino europeas como Venecia, Amsterdam, Praga, Palma, Barcelona, Lisboa o Dubrovnik hace tiempo que sobrepasaron su capacidad de carga turística y sufren un proceso de deterioro medioambiental que no solo afecta a la calidad de vida de la comunidad anfitriona, sino que pone en riesgo la propia sostenibilidad del modelo.

Venecia, convertida en un nada acogedor parque temático de calles y canales atestados, recibía pre-Covid más de 25 millones de turistas al año de todo el mundo. Y las perspectivas indicaban que en 2025 el número de visitantes podría aumentar hasta los 40 millones anuales. Un hecho que demuestra el impacto sobre la comunidad anfitriona es que el número de residentes ha caído en picado, pasando de los casi 200.000 habitantes (1950) a los poco más de 50.000 en la actualidad.

Algunos factores desfavorables en el escenario post-covid:

• La altísima carga turística y sus consecuencias en muchas ciudades-destino.
• El fenómeno de la turismofobia. Esta actitud en la comunidad anfitriona que se genera cuando se rompe el equilibrio (capacidad de carga) porque visitantes y locales comparten recursos limitados y el mismo espacio público.
• La competencia de las ciudades secundarias, que serán más atractivas para los visitantes, como ya te he comentado.

Destinos de sol y playa

Se estima que alrededor del 80% del turismo mundial correspondía a esta categoría en tiempos pre-pandémicos. La ferocidad de la competencia que han alcanzado muchos destinos pioneros, que se enfrentaban ya antes de la pandemia a nuevos destinos amenazando fuertemente su cuota de mercado, va a acrecentarse.

Algunos factores desfavorables en el escenario post-covid:

• El gasto del turista de sol y playa es tradicionalmente inferior, en términos relativos, al asociado a otros modelos. Además, la proliferación del modelo todo incluido y la dependencia de la comercialización externa contribuyen a ello.
• Los pocos atributos diferenciadores frente a componentes como el sol o el mar, que son muy parecidos, dificulta la puesta en valor de unos destinos frente otros, lo que incide en un mayor peso del factor precio en el marketing mix de los servicios y productos.

Aquellos destinos capaces de desarrollar una oferta complementaria de calidad y una oferta global que prime la interacción con la identidad local pueden alcanzar una mayor diferenciación.

Destinos de eventos colectivos

Correr, rezar, bailar, o hacer comunidad… Peregrinaciones por festividades religiosas o a ciudades sagradas; carnavales, festivales musicales y culturales, grandes encuentros de comunidades; encuentros deportivos como mundiales de futbol, ligas mayores de baseball o basquetbol y las olimpiadas están en el top del ranking de eventos de masas con gran poder de atracción turística.

Además los tiempos pre-covid, el auge de más y mejores competiciones que reunían a aficionados y profesionales en entornos al aire libre proponía un calendario de citas de running, ciclismo, triatlón, carreras trails, ultratrails, IronMan, Extreme Races… en todo el planeta.

Algunos ejemplos:

• Cada primer domingo de noviembre más de 50.000 de corredores se citan en el Puente de Verrazano, en Nueva York para correr 42 kilómetros y 195 metros pero, tanto antes como después, esos corredores y sus familiares dejan en la ciudad una buena cantidad de dinero. Se estima que el impacto económico del Maratón de Nueva York es de más de 400 millones de euros, una cifra espectacular.
• En bicicletas, a pie, por largas caravanas de autobuses o camiones de carga, millones de mexicanos viajan cada año a la Basílica de Guadalupe, en el norte de Ciudad de México. El día y la noche previos al 12 de diciembre, cuando se recuerda la aparición de la Virgen de Guadalupe, las carreteras hacia la capital del país se saturan de peregrinos. El barrio donde se encuentra el santuario se cierra por completo. Aunuque el resto de los meses las visitas nunca se interrumpen. Cada año frente al altar de la Basílica rezan unas 20 millones de personas.
• El mítico Burningman -un festival anual de siete días que se celebra desde 1986 y que se desarrolla en la “ciudad” de Black Rock (Nevada, USA), un espacio físico que solo existe durante esa semana (es una instalación temporal construida por los participantes) reunió en su edición de 2019 a más de 60.000 personas; Tomorrowland, el festival de EDM (Electronic Dance Music) considerado oficialmente como el más grande del planeta, que se celebra desde hace 15 años en Boom (Bélgica) contó en su última edición con más de 400.000 asistentes de casi 200 nacionalidades; y Coachella (California, USA), que desde 1993 es cita ineludible para disfrutar de música rock, pop, indie, hip hop o EDM, así como de instalaciones de arte, y que solo en su primer fin de semana reunió a más de 200.000 personas en 2019.
• El Kumbh Mela, el evento que congrega al mayor número de peregrinos del mundo que se lleva a cabo por turnos en cuatro ciudades y se realiza 4 veces cada 12 años clasificado patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO en 2017. En su edición del 2019 y desde el comienzo del festival a mediados de enero, unos 120 millones de peregrinos acudieron para sumergirse en aguas de ríos sagrado, como el Ganges, para lavarse de sus pecados y librarse así del ciclo continuo de reencarnaciones.
• La celebración de la WorldPride NYC 2019, coincidió con el 50 aniversario de las protestas de Stonewall, que dieron paso al reconocimiento de los derechos de la comunidad LGTB. Y Nueva York aaprovechó el World Pride 2017, celebrado en Madrid, para anunciar las grandes inversiones que se están llevando a cabo para albergarlo, como la ampliación de la capacidad hotelera de 113.000 a 137.000 habitaciones o la remodelación del aeropuerto de La Guardia. El destino, para el que el turismo gay supone un 10% del total de sus visitantes, recibió cinco millones de personas durante el fin de semana de Julio, con una asistencia estimada de cuatro millones en el desfile.

El factor desfavorable en el escenario post-covid son, obviamente, las aglomeraciones.

Destinos de cruceros

Los cruceros movían en pre-pandemia casi 1,2 millones de empleos directos en todo el mundo y 150.000 millones de dólares, con un crecimiento anual del 7% a nivel mundial, con un impacto tan grande en las economías locales – en algunos casos hay operadores que viven al 100% de las llegadas de cruceros a sus puertos como en Caribe, Alaska, Asia y en mucha parte de Europa. La industria de cruceros movió un total de 29,7 millones de pasajeros en todo el mundo en 2019.

Antes del Covid19, ya se identificaron varias tendencias que apoyaban el crecimiento del sector como:

• Generación Crucero Positivo: la actitud en torno a los cruceros estaba cambiando, sin importar la generación. Más del 66% de la Generación X y el 71% de los milenialss mostraban una actitud más positiva sobre los cruceros en comparación con hace unos años.
• Cruceros One Only: el número de adultos solteros está creciendo a nivel mundial. Y las líneas de cruceros estaban poniéndose las pilas para atender al cambio en la demografía de pasajeros con una oferta nueva y diferenciada.
• Micro Cruceros: la duración de los viajes continuaba cambiando, con una tendencia a la demanda de viajes más breves.Las líneas de cruceros estaban ofreciendo cruceros más pequeños durante un período de tres a cinco días, con itinerarios más cortos.

Este turismo tiene tres impactos principales en los destinos en los que se desarrolla:

Impacto económico:

• Los gastos de estancia en los puertos para las empresas navieras y las consignatarias.
• Los gastos de los turistas de crucero y de la tripulación en el destino.
• La inversión pública en infraestructuras.
• Impactos indirectos como el incremento de consumo y oferta de empleo necesaria.

Impacto sociocultural:

• Con consecuencias positivas y negativas en el ámbito social, según el grado de interacción que se produce entre crucerista, territorio y comunidad anfitriona.
• No se transmite más que un conocimiento anecdótico y estereotipado de la realidad local por parte del crucerista.
• Congestión en los destinos visitados, con el fenómeno denominado “overtourism”.

Impacto sobre el territorio:

• Construcción o modificación de infraestructuras.

• Alteraciones del medio acuático, atmosférico y sonoro que pueden verse reflejadas en una degradación de los mismos.
• La contaminación del agua por el vertido de aguas residuales y de lastre afecta al ecosistema y a las especies marinas.

Pero la industria de los cruceros es plenamente consciente y, antes del Covid19, ya se identificaron dos lineas de actuación principales:

• Sostenibilidad ambiental: El desarrollo y la identificación de nuevas tecnologías y combustibles menos contaminantes es una prioridad fundamental para la industria de los cruceros, que sigue realizando importantes inversiones para reducir el impacto ambiental.
• Administración del destino: Con el aumento de la demanda y el crecimiento de la industria de los cruceros viene la responsabilidad de fomentar el respeto y la cooperación con los destinos de los cruceros. En colaboración con las comunidades locales, la industria de los cruceros está explorando nuevas y creativas formas de gestionar el flujo de visitantes e implementar estándares de turismo responsable.

Destinos de turismo corporativo / MICE

El MICE está ante la reinvención necesaria. Conforme ha avanzado la globalización y la tecnología, el MICE (Meetings, Incentives, Conventions and Exhibitions), ha ganado gran terreno en las últimas décadas. Este modelo generaba en España unos 20.000 millones de euros cada año con un crecimiento de entre el 2 y el 3 % anual, y de esa cifra, un 70% correspondía a los desplazamientos de empresas para visitar clientes o firmar contratos, que no tendrá el impacto del resto, ese 30% dependía la actividad de congresos, eventos o incentivos, según datos de la Asociación Ibérica de Viajes de Negocio.

Los cambios en turismo de negocios y eventos con motivo de la pandemia han generado nuevas relaciones y formas de organización como los eventos híbridos y online, aunque volverán los eventos presenciales.

Turismo no turismo (o turismo de larga estancia)

Representa una gran oportunidad de innovar en cómo servir a nuevas comunidades donde las fronteras del vivir y. viajar se difuminan. Hay un nuevo turismo no turismo, una nueva forma de entender desplazarse a un destino para “vivir” en él durante una estancia más larga que unas vacaciones, con un comportamiento diferente al del turista/visitante tradicional.

Estas comunidades:

• Tienen una mayor duración de las estancias y visitas fuera de temporada alta.
• Practican un “slow tourism”, y al estar más tiempo en el destino sus comportamiento es diferente al del visitante tradicional en modo vacaciones.
• Buscan experiencias locales, más genuinas y reales, que les permitan conocer realmente la cultura local.
• Se implican con la parte menos turística del destino y generan una mayor conexión con la comunidad anfitriona.
• Buscan precios asequibles en alojamiento, restauración y servicios, que les permitan vivir muy bien con los ingresos que perciben y destinos de buen clima.

Una prueba de la importancia de estos colectivos es que van tomando un papel más destacado en las estrategias de promoción, con productos y mensajes diseñados expresamente para captar su interés. Este modelo invita a re-pensar toda una nueva generación de productos y servicios para atraer, gestionar y fidelizar este nuevo mercado en toda la cadena de valor, dejando un gran espacio para la innovación.

Digital Nomads

En el mundo globalizado en el que las nuevas tecnologías, los nuevos contratos laborales y las nuevas prácticas empresariales están cambiando por completo nuestra forma de vivir, estableciendo nuevos límites entre trabajo, ocio, hogar… y el espacio físico en el que habitamos, los llamados nómadas digitales pueden convertirse en clave para que destinos, infraestructuras hoteleras, agencias de viajes o para toda la industria de la restauración.

Los nómadas digitales buscan un estilo de vida de libertad, utilizan la tecnología para realizar su trabajo, viajan a lo largo y ancho y tienen la posibilidad de desplazarse tan a menudo como quieran, casi siempre huyendo de países con poco sol para vivir en climas donde casi es verano.

Silver economy

El envejecimiento de la población es uno de los fenómenos demográficos más acusados en las sociedades modernas y en los próximos 50 años alcanzará niveles sin precedentes. Formarán una comunidad global de personas más de 65 años, los “silver”. Hay dos enfoques de la silver economy, la del mundo de la geriatría positiva, y la de una comunidad de seniors que reúnen tres condiciones excepcionales: salud, buen poder adquisitivo y tiempo libre y transformará la industria del turismo a nivel global.

Aumenta también el número de personas que piensa pedir la jubilación anticipada y viajar es la manera perfecta de invertir su tiempo libre, dando rienda suelta a su espíritu aventurero a la hora de tomar decisiones sobre sus viajes una vez jubilados.

España fue pionera en desarrollar productos específicos para este colectivo. En 1985, el Programa de Vacaciones para Mayores del Imserso nació con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas mayores con su participación en viajes y la realización de actividades turísticas. Y en 2009, se puso en marcha Turismo Senior Europa, con el fin de traer a España europeos mayores de 55 años en temporada baja.

Estancia educativa

Aprendizaje y más. El objetivo de esta comunidad aprender dentro de un ámbito académico, en modelos de intercambio, cursos de verano, prácticas en empresas, becas de estudio, residencias de especialización, participación en programas de investigación…

Tendencias viajeras

Tendencias pre-pandemia

Son las que nos llegan desde la parte más alta de la pirámide de Maslow…

Los viajes con más calma: en lugar de experimentar constantemente ese miedo a perderse algo, la tendencia parece ser tomarse las cosas con más calma. Y a mi me parece maravilloso cambiar los “maratones turísticos a base de selfies en los atractivos más populares de cada destino” a un viajar con una actitud de disfrutar más el viaje.

Conexión FOMO o JOMO: desde que la tecnología se instaló en nuestros bolsillos, una tendencia es la de irse de vacaciones, pero continuar conectados al mundo. El fenómeno de tener miedo a perderse las cosas que ocurren en las redes sociales ahora cuenta con un nombre: ‘Fear of Missiong Out’ (FOMO). Pero también están aquellos que emplean sus vacaciones para desconectar del mundo virtual. Es el ‘Joy of Missing Out’ (JOMO) para disfrutar del tiempo libre, y sobre todo de la privacidad.

Sumar varias experiencias en un único enclave: el paso del alojamiento al leisure se impone porque el turista se decanta cada vez más por destinos que ofrezcan una amplia variedad de experiencias y atracciones enriquecedoras y que todas las actividades y atracciones de su interés estén cerca para ahorrar tiempo.

La escapada intergeneracional (Seniors & Generación Z y Alfa): un aumento del número de abuelos que consumen de vacaciones con sus nietos, dejando en casa a la generación del medio. Lo que generará un aumento de la demanda de vacaciones que ofrecen una serie de experiencias activas para ambas generaciones, para los más mayores y los más jóvenes.

La gastronomía como prioridad (Foco Gastronómico): las preferencias gastronómicas tienen más peso en la toma de decisiones de los viajeros. Un elevado número de viajeros, auto denomidados foodies diseña sus planes de vacaciones en torno a la oferta gastronómica del destino, con el objetivo de ser los primeros en identificar y probar gastronomía de tendencia.

Yoísmo turístico o mindful travel: o turismo transformacional, o viajar para el propio bienestar holístico… Llámalo Dios o llámalo energía, pero este es el centro de este modelo, en el que el viajero tiene como objetivo alcanzar bienestar tanto físico como psicológico y espiritual. No es sólo un destino, es un viaje interior.

Es un grupo de experiencias que les transformen, que les ayuden en su crecimiento personal, que le ayuden a reflexionar, a aprender, a crecer como individuo. Es por eso que hay viajeros que optan por productos turísticos que incluyan actividades para buscar la desconexión o la relajación como:

• Yoga, meditación, tecnologías transformadoras para el bienestar humano y fomento de la inteligencia emocional.
• Actividades que se realizan en contacto directo con las comunidades locales y en el entorno natural como baños de bosque, senderismo, trabajos de reforestación, o en espacios espirituales.
• Actividades de Well-Being y gastronomía saludable.

Los viajeros optan por destinos poco explorados por el turismo internacional…aunque poco nos queda ya por descubrir en el mundo… Entre los destinos preferidos para realizar turismo de bienestar se encuentran: India, España, Singapur, Malasia, California, Bali, Italia y Hawái.

Micro corporate: Este modelo de turismo, que pertenece al segmento del MICE, incorpora todas las directrices del MindfulTravel pero para un entorno corporativo de grupos muy reducidos.

Tendencias en pandemia

Aquellas que nos llegan desde la base de la pirámide de Maslow.

Turismo burbuja: El turismo familiar es aquel en el cual se moviliza el grupo familiar o de amigos, es decir a la burbuja segura. Este tipo de turismo tiene como finalidad fortalecer los lazos familiares y de amistad a través de la experiencia turística compartida en un entorno humano controlado y en espacios seguros.

Este modelo debe revisar:

• Infraestructura hotelera capaz de albergar a un grupo completo con las máximas garantías de seguridad.
• Actividades que entretengan a todos y cada uno de sus miembros.
• Recursos necesarios para hacer más fácil la movilización de un grupo “burbuja”.

Finale

Todas estos cambios y tendencias nos marcan una nueva era en la industria del turismo, los hoteles y los restaurantes. Una época de reinvención, de crear conceptos, de altísima competitividad y nuevos desafíos a los que se enfrenta la industria.

Esta circunstancia hará crecer la demanda de profesionales con conocimiento y dominio de nuevas herramientas con los que cubrir posiciones adecuadas a esta nueva era.

Todos estos nuevos empleos requerirán formación técnica, conocer cómo funcionaba el sector antes del Covid, cómo ha funcionado y (desafortunadamente) sigue funcionando durante la pandemia y cómo funcionará en un futuro a medio y largo plazo.

En un futuro que está ya a la vuelta de la esquina, la industria necesitará profesionales:

• Polivalentes y flexibles.
• Con conocimientos de la complejidad de los destinos, la operativa hotelera, la gestión de alimentos y bebidas.
• Que sepan innovar y desarrollar estrategias que satisfagan las expectativas de los clientes y, al mismo tiempo, hagan el negocio sosteniblemente rentable.
• Capacidad de innovación y creatividad a través de una gestión integral y especializada, orientados a la obtención de resultados a nivel global.
• Con habilidades directivas y de liderazgo que permitan llevar a cabo un trabajo asertivo, colaborativo y participativo en las empresas del sector.
• Con capacidad de elaboración de planes estratégicos en entornos hoteleros y de restauración nacionales e internacionales.
• Visión global e integradora del sector en general y de la gestión de los diferentes modelos de empresa del sector.

Para que el sector sea sostenible y beneficioso para todos… no se trata de abrir nuevos destinos (o reposicionar aquellos de modelo obsoleto buscando un cliente de más valor), ni de construir fabulosos hoteles y resorts con más poder de atracción, ni de ofrecer una gastronomía WOW al visitante. Se trata de cómo el turismo se convierte en una herramienta de prosperidad, con un claro win-win para todos los actores.

No se trata de modelos económicos, se trata de construir sociedades más felices.

El Turismo, la Hostelería y la Restauración inician su recuperación post covid entrando en su mayor era de innovación.

Tenemos mucho, muchísimo trabajo por delante. Un trabajo que ilusiona a todos aquellos que amamos esta industria y que creemos firmemente que un turismo mejor, es un mundo mejor.

Tenemos varias citas, apunta:

• En mi canal de podcast, para hablar de Turismo, Hospitalidad & Hostelería desde una perspectiva de felicidad.
• En mi canal de youtube, para mostrarte diferentes puntos de vista con grandes profesionales.
• En mi Biblioteca, para ofrecerte más materiales con los que trabajar.
• En Prensa y Actividades, para compartir contigo mis entrevistas y actividades en las que participo.

Y si quieres que colaboremos juntos – charla/masterclass/mesa redonda en tu evento online (digital) u onsite (presencial) – te invito a contarme lo que necesitas aquí.

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