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Analizamos 6 factores de éxito para tu restaurante

Hay varios factores que contribuyen en el éxito de tu restaurante, cafetería o bar. No hay una fórmula mágica para hacer que un restaurante sea un éxito. Pero los negocios que funcionan, aquí sí reúnen buenas puntuaciones.

6 vistazos a tu negocio
6 vistazos a tu negocio

1.- EN CASA ¿Qué tal tratas a tu cliente?

Buena atención: desde la llegada hasta la despedida el cliente debe sentirse atendido. Una exagerada familiaridad, un personal de mirada evasiva, poca atención a sus necesidades o una falta de interés por su satisfacción pueden llevar a generar una muy mala imagen del servicio en tu casa. Conseguir un buen equipo no es tarea fácil, pero el personal es tu mejor inversión.

Conocimiento del personal: no importa si regentas una hamburguesería de 50 mts2 o un restaurante de 300 plazas, tu cliente pregunta y espera que tu equipo pueda darle respuestas. Desde los ingredientes de un plato, su preparación y posibilidades de cambio hasta un consejo de maridaje de vino con los platos elegidos, pasando por las ofertas o promociones que tengas en el restaurante. Fórmalos constantemente de forma creativa, con un mejor conocimiento de tu producto y una orientación constante a la venta conseguirás mejores beneficios.

Tiempos de servicio: cada cliente llega a tu mesa o tu barra con una disponibilidad de tiempo diferente. El ejecutivo que a media mañana sale a tomar un café y un Donut dispone de 15 minutos (¡y en ese tiempo también quiere leer el (tu) periódico!). La joven parejita enamorada del viernes por la noche tiene todo el tiempo del mundo (y la vida por delante) para disfrutar de tu cocina. Ten en cuenta el tiempo de espera que tolera tu cliente y configura tu menú y servicio de acuerdo a este dato.

Honestidad: en los tiempos de la “gastro-manía”, el cliente ha aprendido a distinguir entre literatura de menú y realidad. No es necesario que seas pomposo en tus presentaciones, ni complicado a la hora de promocionar tus platos.. Tu cliente quiere honestidad, y a veces sospecha que el precio equivale a la longitud del nombre del plato en la carta. La relación calidad/precio es el punto más valorado a la hora de elegir un restaurante.

Muchos restauradores suponen que sus clientes frecuentes siempre lo seguirán siendo, y olvidan premiar la fidelidad de su clientela y no hacen un esfuerzo por reconquistarla día a día.

2.- EN TU SALA ¿Se está a gusto?

Espacio: indiferentemente del tipo de establecimiento (desde un sencillo bar de bocadillos, un restaurante trendy de proximidad o una exclusiva cafetería en el centro), el espacio debe ser limpio y acogedor: temperatura, luz, ruido y olores son importantes. No lo estropees con una mala extracción de humos o unos fluorescentes de luz fría.

Todos lo que toca tu cliente, todos los elementos que le ofreces : vajilla, cubertería, cristalería, mantelería, servilleteros, cartas y menús, etc. deben estar impecables. No valen cartas viejas y arrugadas, servilleteros vacíos o platos rotos.

Baños: atención, y mucha, a los baños, porque aquí no hay concesiones: limpios, con buen olor y permanentemente equipados de papel higiénico, jabón y toallas para las manos (o secador funcionando).

Es un error creer que si algo ha funcionado por años, no se debe cambiar. La ambientación de un restaurante, tienen que adaptarse a los cambios del mundo en el que vive. Una remodelación de la sala, modernizar la cocina o formar al personal es una inversión de futuro muy rentable.

3.- LA COCINA ¿Está a la altura de las necesidades de tu cliente?

La carta del restaurante, debe ser variada y con identidad propia, que se diferencie del resto de restaurantes.

Los que se preocupan por averiguar objetivamente los gustos y preferencias de sus clientes potenciales, así como las nuevas tendencias gastronómicas son los chefs que ganan adeptos cada día. Así funciona la cocina…

4.- MONEY, MONEY, MONEY ¿Cómo va tu administración?

Facturas de proveedores, rentas y servicios contratados, impuestos, gastos financieros, seguridad social de tu plantilla, liquidación ocasional de personal, demandas laborales inesperadas, permisos y licencias, mantenimiento de equipos… ¿Lo tienes todo controlado? Una buena solución es contar con la ayuda de un profesional que gestione tus papeles y sobretodo, te mantenga al día de tus obligaciones laborales y fiscales, con las cuentas muy claras.

5.- Y TU COMPETENCIA ¿Qué hace?

Analiza con cuidado la competencia directa e indirecta: restaurantes con menús similares y otros de opciones gastronómicas diferentes en tu misma área. Al contar con determinada información de tus competidores, puedes sacar provecho de ella y utilizarla a tu favor.

6.- COMERCIALIZA ¡¡¡ya!!!

Muchos restauradores olvidan que las ventas de un restaurante dependen en buena medida de la inversión en comercializarlo, y ésta casi siempre se escatima.

Se recurren a acciones comerciales cuando las ventas andan bajas o, lo que es lo mismo, cuando la competencia cercana empieza a ganar terreno. Hasta 10% o 15% según algunos especialistas, es el porcentaje que se debería destinar a acciones comerciales, aún en tiempos de fuertes volúmenes de ventas.

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