Las industrias de los viajes y del turismo generaron 16,9 millones de empleos en Latam en 2019, según los datos de la WTTC, publicados en su Informe Anual de Impacto Económico. El 7,9% del total de la fuerza laboral en Latam trabaja en el sector de los viajes y el turismo, de ahí que se consideren estratégicos para el desarrollo económico y social y que el impacto que la pandemia está teniendo sobre ellos ocupe y preocupe especialmente a gobiernos, profesionales y especialistas de toda el área geográfica.
Los viajes y el turismo generaron en Latam, en 2019, ingresos por valor de más de 298,9 billones de dólares, lo que representa el 8,1% para la economía de la región y refleja un crecimiento del 1,6% con respecto a 2018. Además, el año pasado los visitantes internacionales gastaron 47,4 billones de dólares en sus viajes a Latam, un 6,7% de las exportaciones totales de la zona.
Poniendo sobre la mesa este fantástico crecimiento del sector en Latam en 2019, para explicar gráficamente el impacto que el COVID19 está teniendo en el turismo y los viajes de la región, comparto contigo una frase de Juan Carlos Galindo, CEO de oxoHotel: “Veníamos a 300 km/h en recuperación del turismo y nos hemos encontrado con un muro gigantesco que es el COVID19”. Juan Carlos se refiere fundamentalmente a su país, Colombia, pero la frase es lo suficientemente potente como para describir la situación que está viviendo toda Latinoamérica con respecto al turismo y los viajes.
¿Cómo impacta la pandemia en el turismo de nuestros países hermanos? ¿Cuáles son las claves en el escenario actual y cuáles las que nos ayudarán a gestionar mejor turismo y viajes en el nuevo escenario? ¿Qué factores son clave para Acelerar la Curva de Recuperación? En este artículo analizo la situación en Latam a partir de las aportaciones de cuatro voces autorizadas del sector en México, Perú y Colombia: Alberto Carlos Albarrán, director ejecutivo de la Asociación de Hoteles de CDMX; Paula Cortés, presidenta de ANATO (Colombia); Tibisay Monsalve, gerente general de la Sociedad de Hoteles del Perú; y Juan Carlos Galindo, CEO de oxoHotel.
COVID19 en Latam: Escenario actual
75 millones de empleos en riesgo inmediato de desaparecer, según la WTTC y una contracción estimada de la economía del -2% en 2020, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se va hasta el -5,3% de media en la región si tenemos en cuenta las estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Son los primeros datos que la pandemia deja en Latam, una región especialmente impactada por los efectos de las medidas de confinamiento en los principales mercados del mundo.
La reducción en el consumo y la inversión tendrá además, según los expertos internacionales, un impacto importante en el área. A la reducción del turismo – que afectará gravemente no solo a las grandes potencias del sector (México) sino a otros países como Guatemala, donde la Asociación de Exportadores considera que están en riesgo 600.000 empleos directos e indirectos – se le sumarán los efectos de la disminución del precio de las materias primas, la caída en las remesas y la retirada de capitales. Son datos del informe Análisis de situación e impacto del coronavirus en América Latina y el Caribe, publicado y actualizado por ATREVIA periódicamente (los datos de los que hablo en este artículo se han publicado el 3 de abril en su versión más actualizada).
“El Consejo Mundial de Viajes y Turismo alerta de que el coronavirus destruye un millón de empleos al día en el mundo y IATA ha pedido a los gobiernos de Latam ayuda financiera urgente para las aerolíneas”
Madrid Capital.
El FMI apunta que, en el Caribe, la crisis golpeará sobre todo al turismo – que es la principal industria, por otra parte – mientras que Cepal prevé que el PIB de Latam, que creció el 0,1% en 2019, caerá el 1,8% este año (antes de la pandemia se preveía un crecimiento del 1,3%). Las previsiones hablan de la subida de 10 puntos en los indicadores de desempleo y vaticinan que será México el país que absorba el mayor impacto, aunque tampoco el resto de economías del área se salvarán de los malos datos.
En su informe Dimensionar los efectos del COVID-19 para pensar en la reactivación, publicado esta misma semana, la CEPAL afirma que “para encontrar una contracción de magnitud comparable hace falta retroceder hasta la Gran Depresión de 1930 con -5%, o más aún hasta 1914 con -4,9%”. En América Central “la caída sería de -2,3%, afectada por la caída en el turismo y la reducción de la actividad de Estados Unidos”, mientras que el Caribe “se contraería en -2,5%, debido a la reducción de la demanda de servicios turísticos”.
“La situación es complicada para el turismo. Es uno de los sectores que empezó a sentir antes los efectos de la crisis y uno de los que se recuperarán más lentamente” opina Paula Cortés, presidenta de ANATO (Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo). Paula apunta a una de las cuestiones clave en la gestión de esta situación: el equilibrio entre economía y salud que afrontan los países y que “es muy difícil”. Si lees el informe de ATREVIA que menciono más arriba, tendrás una visión más amplia al respecto.
México es, según apuntan todas las previsiones, el país Latam que más va a sufrir el impacto de la pandemia y la crisis posterior. En 2019, la industria turística aportó al país un total de 24,5 millones de dólares, gastados por 40 millones de turistas. Aporta los datos Alberto Carlos Albarrán, presidente ejecutivo de la Asociación de Hoteles de CDMX, quien hace una panorámica de la situación del sector en la actualidad: “En México y en CDMX la planta hotelera es muy importante y actualmente la mayoría están cerrados. La pérdida económica que estamos esperando en México es mucha: no somos ajenos a la pérdida que se espera a nivel mundial”. Así las cosas, “consideramos que en México se pueden perder más de 2.000 millones de dólares y más de 300.000 empleos”.
El Perú, país que ha sido puesto recientemente como ejemplo de reacción en cuanto a las medidas de protección y reactivación económica, está desarrollando un plan gubernamental para evitar la ruptura de la cadena de pagos, considerado el mayor plan de estímulo de América Latina. “Perú ya ha sufrido otras crisis sanitarias a las que ha sobrevivido y es de ellas que tenemos que aprender. Esta no es la primera y puede que tampoco sea la peor” apunta desde la Sociedad de Hoteles del Perú su gerente general, Tibisay Monsalve.
Turismo en Latam: Guía de recuperación
Hay dos conceptos fundamentales que espolean la recuperación del turismo en Latam y que se desprenden del discurso de la industria: confianza y reinvención.
Confianza porque es el objetivo fundamental por el que trabajamos todos los actores que formamos parte de la industria a uno y otro lado del Atlántico. Reinvención, porque esta crisis sanitaria, económica y social es una oportunidad del sector para reinventarse, para hacer reset, que diría Paula Cortés.
¿Reinventarse en qué sentido? Apunta Juan Carlos Galindo (oxoHotel) que la reinvención debe abarcar los procesos de toda la industria, la detección de nuevos mercados que estén en recuperación y a los que dirigir el mensaje, y la forma en que la industria se relaciona con el cliente. Esta reinvención traerá cambios en todo: desde repensar los desayunos bufet hasta cambiar el tipo de servicios que ofrecemos.
En esta reinvención, lo local será también protagonista, apunta Tibisay, tanto por la recuperación de los viajes de negocios como porque el viajero apostará primero por viajes dentro de su país y comunidad, viajes para recuperar las relaciones familiares y sociales de las que nos ha privado la pandemia.
Y reinventarse… ¿para qué? Para recuperar y mantener la confianza. Para ello, la industria debe trabajar en mejorar los procesos relacionados con la seguridad y la higiene. No se trata de inventar el hilo negro, como dice Alberto Carlos, sino de reforzar y mejorar los procesos que ya tenemos. Todo ello sin olvidar un refuerzo de la experiencia y con la vista puesta en que el turismo es una actividad social y que queremos que siga siendo así. Es un gran reto el que nos ocupa y en el que: “Hemos de partir de la base de seguir trabajando con optimismo. Como líderes gremiales somos la esperanza de muchas personas. No cabe el pesimismo” afirma Paula Cortés desde ANATO.
Las 4 C’s para la recuperación del Turismo Latam
Factor 1: Conocimiento
“Lo primero que hemos tenido que hacer es entender qué está pasando y cómo gestionar esta situación tan dolorosa. Estamos en fase de entender cómo será la nueva realidad de la hotelería y la hostelería” explica Juan Carlos Galindo. El primer factor, la primera C en la recuperación del turismo es comprender el escenario actual, qué pasa, cómo pasa, cuándo pasa y por qué pasa, con el objetivo de poder planificar estrategias de respuesta. “Lo que venimos haciendo es planeación condicionada, distintos planes para saber cómo actuar dependiendo de lo que pase” añade. O, lo que es lo mismo: diseño de nuevos escenarios a partir del conocimiento que tenemos.
Factor 2: Cooperación
El segundo factor que los representantes del sector consideran fundamental es la cooperación, entendida en su sentido más amplio. Cooperación dentro de las propias empresas para mantener el empleo, cooperación entre empresas, intersectorial y, como no podía ser de otra manera, colaboración con las instituciones. “El apoyo del Gobierno es fundamental para salir de esta crisis. Hay que buscar equilibrio entre la liquidez y mantener el empleo” argumenta Paula Cortés desde Colombia, mientras que desde Perú, Tibisay pone el acento en diseñar junto con los gobiernos las medidas de desescalada del confinamiento y los nuevos protocolos sanitarios, como forma de ofrecer garantías desde el concepto de marca país. “Éste es un paréntesis del que vamos a salir y es muy importante que nos estamos uniendo para planear la recuperación” considera Juan Carlos.
Factor 3: Confianza
Que el turismo va a cambiar, al menos en las primeras fases de la recuperación, parece claro en estos días de incertidumbre. En ese cambio, la seguridad entra con fuerza como Valor axial, y serán las garantías que podamos ofrecer como destino (entendido en sentido extenso) en materia de seguridad e higiene las que determinen cómo será la recuperación y en qué posición quedará cada uno. La Confianza jugará un papel principal, en tres pasos: recuperarla, generarla (cuando carezcamos de ella) y, muy importante, mantenerla. El diseño e implementación de procedimientos relacionados con la seguridad y la higiene en todos los touching points de la industria con el viajero se impone como tarea prioritaria, así como el refuerzo y mejora de los ya existentes. “Hay que darle la seguridad al turista de que, además de encontrar calidad en el servicio y experiencias, encontrará higiene” apunta Alberto Carlos.
Factor 4: Comunidad
El cuarto factor de recuperación es la Comunidad. Lo local, en una primera fase, pero también las comunidades virtuales de clientes que el sector ha generado y trabaja por enamorar y mantener. Con los viajes internacionales suspendidos y las fronteras cerradas en muchos casos – y sin fecha real de reapertura, ni de fronteras ni del tráfico aéreo – será el turismo interno, el nacional, el primero que se reactive y sirva como llave para la recuperación de los destinos. Junto con el turismo interno centrado en el ocio, los viajes internos por negocios están también en el foco del sector. “En Perú ya hemos sufrido otras pandemias, otras crisis de las que tomar ejemplo. De ellas empezamos a recuperarnos por lo local” expone Tibisay.
Resetear – Repensar – Reformular – Renacer
El turismo, como sector, es una cadena: unos negocios no pueden sobrevivir sin otros. El turismo, como parte de la cadena que es el sistema económico de un país, es eslabón fundamental: si el turismo no se recupera, la economía de cualquier país sufrirá más.
El momento de resetear la industria que vivimos debe dar lugar a repensar el sector, los procesos, los productos, los públicos a los que nos dirigimos, los valores, las estrategias. Analizar para repensar y, a partir de ahí, reformular el turismo con las aportaciones de todos – “De las grandes crisis nacen las grandes ideas” asevera Paula – y haciendo prevalecer el valor del trabajo en equipo.
Esa reformulación deberá tener en cuenta el cambio de hábitos del viajero, un viajero que “tendrá una nueva percepción de la seguridad y del turismo y que habrá pasado en muchos casos por fuertes dificultades económicas y emocionales” apunta Tibisay. La tecnología tendrá un papel preponderante en la reformulación integral del sector hacia la seguridad: si de la touchless economy se deriva el touchless tourism, las herramientas y procesos tecnológicos serán más necesarios que nunca.
En el renacimiento, el turismo deberá ser más seguro. Pero también más empático, más justo, más sostenible. Más experiencial. Y más humano. Incluso, aunque haya que poner tecnología de por medio para conseguir todo lo demás.
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