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El liderazgo necesario

La brecha entre la participación laboral de mujeres y hombres es del 26%: en comparación con ellos, nosotras dedicamos 2,5 veces más tiempo a realizar trabajo no remunerado y tareas domésticas, cobramos en promedio un 24% menos, el 75% del empleo femenino en las regiones en desarrollo es informal y está desprovisto de protección y, si valoramos nuestra participación en la toma de decisiones, el porcentaje de mujeres directivas en España en 2019 se situaba en un 30%. Eso sí: es el mejor dato de los últimos cinco años y supone un avance de tres puntos con respecto al porcentaje de 2018. La buena noticia es que rompe la tendencia al estancamiento de los últimos años.

Tal vez podamos, desde lo laboral, hacer un cambio social. No sería la primera vez que ocurre. Sí: desde lo laboral podemos generar un cambio social.

Vamos a aprovechar el momento que estamos viviendo y a acelerar el cambio. Si la equidad se logra trabajando sobre la cultura de la empresa por un lado y, por otro, incentivando en las niñas y jóvenes la pasión por liderar, estamos en el momento adecuado.

El mundo mejor que queremos se consigue con un cambio hacia mejores referentes. Con un estilo de liderazgo más persuasivo, con más empatía, que permita consensos inclusivos y colaborativos. Un liderazgo co-creador, de escucha activa en un proceso de aprendizaje, de reflexión y de acción compartida constante.

La oportunidad pide ponernos manos a la obra. Apostar, como te decía, por un cambio social desde lo laboral para eliminar barreras y fomentar una cultura inclusiva, con acciones que mejoren e incrementen nuestra confianza en nuestras propias capacidades y talento. Con acciones para desarrollar nuestra ambición y habilidades, para gestionar nuestra carrera y para estar preparadas para acceder a ese puesto de decisión o a emprender cuando llegue el momento, si así lo decidimos.

Una nueva forma de liderazgo

Fomentemos la seguridad y la ambición en las nuevas generaciones de mujeres, a la vez que facilitamos sus oportunidades empoderándolas para ser protagonistas de un nuevo liderazgo basado en maximizar las mejores características de todas las personas. Una nueva forma de liderazgo que combine, sin complejos, las mejores cualidades de todos.

En un momento de cambios en el que nuestro sector va a experimentar una interesante transformación, deberemos enfocarnos en la innovación y la competitividad, la diversidad será la gasolina y la mirada femenina será clave en procesos que necesitan ser abordados de otras formas. Porque, indudablemente, sabemos que podemos hacer las cosas de maneras diferentes para conseguir mejores resultados.

Apostar por el talento femenino es apostar también por conseguir esos Objetivos de Desarrollo Sostenible de los que tanto hablamos: muchos de ellos van ligados a una mejor presencia, visibilidad y capacidad de liderazgo de las mujeres en el mundo laboral.

Somos agentes de cambio. Las mujeres somos capaces de transformar, de generar cambios. Es por eso que, insisto, desde lo laboral podemos llegar a un cambio social.

Facilitar el liderazgo a las nuevas generaciones de mujeres

La RAE define “sororidad” como una “relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento”. ¿Qué significa sororidad en nuestra industria? ¿Qué significa, cuando hablamos de liderazgo femenino, de ese liderazgo necesario? Significa facilitar el camino al liderazgo a las nuevas generaciones de mujeres.

Como mujeres con una trayectoria profesional relevante que nos ha llevado hasta la posición privilegiada que tenemos hoy – y que nos ha costado un gran esfuerzo – debemos ser conscientes de que nuestra posición debe servirnos también para desempeñar mejor el papel que tenemos ahora ante nosotras: el papel de ser facilitadoras para las nuevas generaciones.

Estamos en un país afortunadamente muy evolucionado y donde afortunadamente hemos conseguido elevar las cotas de igualdad en los últimos años. Pero no caigamos en el error de pensar que todos los destinos son como el nuestro: el turismo es una actividad global y buena parte de nuestra actividad turística se desarrolla en países donde no existe esta igualdad que hemos conseguido, o no existe en la misma medida. Es a ellas y a todas las mujeres a nuestro alrededor a quienes debemos ese papel de facilitadoras.

¿Qué facilitaría yo? ¿Qué te invito a facilitar conmigo? Tres cosas:

La primera, impulsar la ambición: es lo primero que necesitamos las mujeres, contagiarnos de esa ambición. Querer llegar, querer liderar, querer ser directiva, ministra, concejala, CEO, directora general. Tener ambición. Fomentar esa ambición de que puedes llegar.

Lo segundo es potenciar talento y habilidades,todas aquellas que nos permiten ser grandes profesionales. Ese mix de talento, habilidades y capacidades con las que nos vamos formando en nuestra carrera y que nos permiten tener esa seguridad y estar preparadas para que, en el momento en que podamos optar a un puesto de liderazgo o a emprender si así lo deseamos, nos sintamos fuertes y preparadas.

Y finalmente creo que hay una labor muy importante también en modular. En modular tres cosas. La primera de ellas es la autoexigencia. Somos por naturaleza autoexigentes, muy autoexigentes. Y eso hay que modularlo. Exigencia sí, mucha. Toda. Pero no aquella que puede limitarte.

Modulemos también el fracaso. El éxito es un camino de pequeños fracasos y el fracaso hay que aceptarlo. Forma parte de nuestro camino hacia el éxito, hacia el liderazgo. Entender el fracaso como parte del aprendizaje es importante, como también lo es modular el impacto que tiene el fracaso en nosotras, en las generaciones que siguen. No importa que fracases: vuelve a intentarlo. Puedes volver a hacerlo. Démonos esa oportunidad de recuperar con éxito lo aprendido en nuestros fracasos.

Y finalmente, evitar ese síndrome del impostor. Evitar esa sensación de desventaja en nuestra carrera. Son aspectos que podemos tratar y que debemos facilitar y transmitir a esas nuevas generaciones. Una ambición sana por ser parte del cambio, por ser parte de un nuevo discurso, por ser parte de un nuevo turismo, de un nuevo mundo, de una nueva sociedad.

Debemos fomentar en las niñas y en las jóvenes esa ambición de querer cambiar el mundo y, además, de ser capaces de hacerlo. Potenciar todo ese ecosistema, ese universo de capacidades y talentos. Y finalmente, modular la autexigencia, el impacto del fracaso y el síndrome del impostor.

Nuevos Valores, nuevo liderazgo

Históricamente, la formación de los directivos ha sido técnica y enfocada a la estrategia, la racionalidad y la lógica, y tradicionalmente las mujeres hemos tenido más presencia en funciones de control o soporte frente a las directamente vinculadas a la toma de decisiones del negocio, pero la nueva sociedad que vamos creando cada día necesita líderes con escucha y empatía.

Esta nueva sociedad que sale de una pandemia con nuevos Valores, pide un estilo de liderazgo más persuasivo, con más empatía y flexibilidad y una mejor comunicación interpersonal que permita consensos inclusivos y colaborativos, un liderazgo co-creador que escuche a todos los puntos de vista, en un proceso de aprendizaje, reflexión y acción compartida.

Todo esto nos lleva a plantearnos una seria reflexión sobre cómo fomentar la seguridad y la ambición en las nuevas generaciones de mujeres a la vez que facilitamos sus oportunidades para ser también protagonistas de un nuevo paradigma de liderazgo basado en maximizar las mejores características de todas las personas. Una nueva forma de liderazgo que combine sin complejos las mejores cualidades de todos.

Por eso, aprovechemos el momento y nuestra posición, aprovechemos esos nuevos Valores que generan una nueva sociedad y provoquemos, activamente, un cambio social desde lo laboral, con vocación de facilitar a esas nuevas generaciones un camino más fácil del que muchas hemos tenido.

Tenemos varias citas, apunta:

  • En mi canal de podcast, con una entrega del WALG nueva cada semana.
  • En mi canal de youtube, para mostrarte diferentes puntos de vista con grandes profesionales.
  • En mi Biblioteca, para ofrecerte más materiales con los que trabajar.
  • En Prensa y Actividades, para compartir contigo mis entrevistas y actividades en las que participo.

Y si quieres que colaboremos juntos – charla/masterclass/mesa redonda en tu evento online (digital) u onsite (presencial) – te invito a contarme lo que necesitas aquí.

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