Obviamente, sin una buena cocina y un buen servicio, despídete de las propinas. Es más, despídete de buenos camareros, porque los buenos profesionales buscan negocios donde puedan sacar un buen extra con las propinas.
La nota (cuenta, ticket) es la despedida con tu cliente. Si su experiencia ha sido buena, agradecerá un último detalle y tendrá más predisposición a dejarte alguna moneda más que sumar al ticket.
Estos son los últimos euros que puedes sacarle a tu cliente. Un plus en ingresos que debes planificar con pericia. Repasemos algunos puntos interesantes sobre el arte de la propina:
El contenido del ticket: una nota bien detallada, un guiño simpático del camarero que te ha atendido son motivos para rascarnos el bolsillo y dejar algunas monedas. En muchos países, es habitual el mensaje en la nota. Crea una complicidad entre el personal y el cliente y, al identificarlo con su nombre y su caligrafía lo humanizamos y estamos más dispuestos a premiar su trabajo.
El soporte: … es cuestión de creatividad. Desde cualquier recipiente de cocina (si quieres un toque auténtico), una pieza estilo vintage, una bandejita de madera, o algo de memorabilia en cerámica… todo sirve como soporte. Se creativo y ponles en bandeja que dejen unas monedas.
La intención: píde propina de una forma divertida. Una jarra grande de cervezas junto a la caja, escondida detrás del café molido no es una inspiración para nadie. Fíjate en este ejemplo, una forma ingeniosa de tener la “petición de propina” muy cerca de tu cliente y con humor.
Y por último, haz números. Ten en cuenta cuanto está dispuesto a dejar tu cliente (¿un 5%? ¿un 10%? ¿un 15%?) y devuelve siempre el cambio con ese importe en monedas pequeñas. Tendrás que tener mucho cambio previsto, pero es efectivo.
Sácale provecho al momento de la propina, aunque sean unas monedas. Dicen que quien desprecia lo pequeño, no merece lo grande.
Me ha encantado, gracias.
Salu2