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La Red de Ciudades Creativas UNESCO o cómo trabajar la RSC en el sector a través de una gran iniciativa internacional

Es la gran cuestión en hostelería. Aquello de lo que todos hablan (hablamos). El “must have”. La Responsabilidad Social Corporativa – ya sabes: hacer lo correcto para los empleados, la comunidad y el medio ambiente como aspecto importante y prioritario del negocio – ha pasado de ser una desconocida, un concepto teórico alejado de las cocinas, las salas y el devenir de los negocios HORECA, a convertirse en materia imprescindible en el desarrollo, evolución e innovación de los negocios del sector.

En este contexto, la Red de Ciudades Creativas UNESCO – a la que Dènia pertenece y a la que ha dedicado la primera edición de su festival gastronómico D*NA Dènia, idea original de Quique Dacosta, en el que tuve el honor de participar y del que te he hablado aquíes un gran ejemplo de iniciativa necesaria para trabajar la RSC en el sector.

La Red de Ciudades Creativas UNESCO se fundó en 2004, con el objetivo de utilizar la creatividad como un motor de desarrollo urbano sostenible, de integración social y de vida cultural. Y ahí, la gastronomía, el sector hostelero y, sobre todo, la nueva visión sostenible del mismo, tienen mucho que decir. La Red se estructura en 7 categorías, entre las que se encuentra la Gastronomía. Además, hay Ciudades Creativas de la Artesanía, las Artes Populares, las Artes Digitales, el Diseño, el Cine y la Música.

Popayán (Colombia), Tucson (Estados Unidos), Belem (Brasil), Tsuruoka (Japón), Chengdu (China), Shunde (China), Macao (China), Florianópolis (Brasil), Parma (Italia), Östersund (Suecia), Bergen (Noruega), Rasht (Irán), Zahlé (Líbano), Gaziantep (Turquia), Jeonju (Corea del Sur), Ancorada (Méjico), Phuket (Tailandia) Dènia (como ciudad anfitriona del D*NA) y Burgos (la única que no asistió al festival) son las 19 Ciudades Creativas de la Gastronomía que conforman actualmente la Red de la UNESCO, una red que representa un potencial enorme para recalcar el valor de la cultura – en su sentido más amplio y completo – como acelerador del desarrollo sostenible.

¿Su vocación? Estimular la cooperación internacional entre las ciudades miembros para hacer de la creatividad ese motor de desarrollo urbano sostenible, de integración social y de vida cultural.

Pero la Red es mucho más. También representa un fuerte compromiso con la implantación de la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, cuyos objetivos son cinco:

  1. Estimular y reforzar las iniciativas lideradas por las ciudades miembros para hacer de la creatividad un componente esencial del desarrollo urbano, a través del fomento de las asociaciones entre los sectores público y privado y la sociedad civil.
  2. Fortalecer la creación, producción, distribución y divulgación de actividades, bienes y servicios culturales.
  3. Desarrollar polos de creatividad e innovación y ampliar las oportunidades para creadores y profesionales del sector cultural.
  4. Mejorar el acceso y la participación en la vida cultural, así como el aprovechamiento de los bienes y servicios culturales, expresamente para los grupos e individuos marginados o vulnerables.
  5. Integrar plenamente la cultura y la creatividad en el desarrollo de planes estratégicos locales.

Formar parte de la Red de Ciudades Creativas de la Gastronomía supone asumir como propio este compromiso, pero también hacer un esfuerzo por dinamizar y desarrollar el sector a través de iniciativas en las que la Responsabilidad Social Corporativa, la sostenibilidad y la vuelta a los orígenes tienen un papel protagonista.

Esto es así porque, para ingresar en la Red, las ciudades deben reunir siete requisitos:

  • Contar con una cocina bien desarrollada y que sea característica de la región.
  • Nutrir una vibrante comunidad de chefs y restaurantes tradicionales.
  • Mostrar el conocimiento local de las prácticas culinarias tradicionales y los métodos de cocinar que han sobrevivido a los avances industriales y tecnológicos.
  • Mantener los mercados húmedos tradicionales.
  • Tener tradición histórica en la organización de eventos gastronómicos.
  • Demostrar su actividad en la promoción de productos locales sostenibles.
  • Estar comprometidos con la educación nutricional y la inclusión de programas de conservación de la biodiversidad en las escuelas de cocina.

Pero esto no es todo. Además, las Ciudades Creativas se comprometen a colaborar y desarrollar alianzas para promover la creatividad y las industrias culturales, a compartir prácticas idóneas y a reforzar la participación en la vida cultural, así como a integrar la cultura en sus planes de desarrollo económico y social. Este último compromiso es clave para un sector como el hostelero.

La importancia del D*NA Dènia va, por todo esto, mucho más allá de haber supuesto un interesante punto de encuentro de más de 50 chefs nacionales e internacionales, en el que participaron 18 de las 19 ciudades que forman la Red, así como que ha contado con la asistencia de miles de personas unidas en torno a la gastronomía local y sostenible. La importancia del D*NA Dènia radica en ese compromiso con el futuro del sector, del que hemos sido partícipes y que queda como ejemplo patente de lo que una iniciativa fuerte, con apoyos y bien planteada – como lo es la Red de la UNESCO – puede hacer por el sector hostelero.

Un espejo en el que mirarse para seguir trabajando y construyendo el mejor futuro posible. El que nosotros diseñamos.

– Si quieres leer más, te invito a echar un vistazo al artículo de Jesús Trelis sobre el D*NA en su blog de Las Provincias, así como a este otro que ha publicado Gastrouni sobre el evento.

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