¿Cómo creamos un nuevo modelo de negocio? Juntando tres conceptos, dándoles una vuelta de tuerca, adaptándolos y convirtiéndolos en un deseo “hipster”. Hablo del food truck (camión de comida), el street food (comida de calle) y el pop up restaurant (restaurantes efímeros).
STREET FOOD: BUENO, BONITO Y BARATO.
Cualquier alimento y bebida que puedas obtener y comer en la calle, es street food.
El pescadito frito, vendido en las calles de la antigua Grecia, es tal vez uno de los street food más antiguos que el hombre tiene constancia (en la excavación de Pompeya se encontraron muchos vendedores ambulantes). Más tarde, los ciudadanos romanos que no tenían hornos, recurrían a la venta callejera de platos preparados. En China, los pobres comían street food, pero los ricos también lo hacían, mandando a sus criados a comprar a los puestos ambulantes. En América, los aztecas vendían en los mercados bebidas como el atole o los tamales. Son algunos ejemplos de como desde siempre en todas las regiones y culturas nos ha gustado comer así.
Hoy, en cualquier ciudad del mundo encontramos street food, una forma sabrosa, barata y rápida de comer. Y para el visitante, es el formato más lowcost para descubrir gastronomías desconocidas.
ES TENDENCIA, ¿SERÁ TAMBIÉN NEGOCIO?
Una combinación de factores económicos, tecnológicos y de tendencia, ha hecho que la comida de la calle, los camiones de comida y las experiencias gastronómicas efímeras, hayan empezado a ser “hip” o “chic”.
Este “formato de negocio” esta siendo descubierto por los restauradores como una forma de “deslocalizar” la cocina. Y es una estupenda noticia. Poder llevar a diferentes pueblos y ciudades el arte culinario y el servicio, es una oportunidad única de promoción y negocio.
